Respeto a la privacidad e
intimidad de los residentes,
en los cuidados personales y en el
aseo
Para que
la privacidad de los usuarios de un Servicio residencial sea respetada en los
cuidados personales no puede convertirse en una intercambio de mensajes indiscretos entre
el cuidador y la dirección de la institución, pues de este modo se perdería
toda la confianza del residente.
Porque para respetar la privacidad
e intimidad en los cuidados personales, lo esencial es dar valor a la dignidad
de la persona, propiciando un espacio de apoyo personalizado y humaniza.
No cuidar estos aspectos en la
relación de ayuda personal degrada y expresa menosprecio hacia el residente.
Porque en el cómo se realicen estos
apoyos o cuidados personales se demuestra la calidad humana de la atención.
Además de favorecer la independencia y autonomía de las personas, expresa el
respeto que nos merece el otro como persona.
La residencia debe fomentar el
respeto a la intimidad y a la privacidad de las personas, a la vez que permite mantener
sus dimensiones de capacidad personal (independencia y autonomía).
En concreto, un apoyo cuidadoso
buscará personalizar los apoyos y cuidados, respetando los derechos
fundamentales de la persona (derecho al honor, derecho a la intimidad personal
y el derecho a la propia imagen).
Como elementos básicos para el
desarrollo de estos cuidados personales más cuidadosos y más humanos señalo que
sería indispensable la participación del residente en la planificación y ejecución de estas tareas, la
adaptación y preparación del entorno, el cuidado de la imagen e identidad
personal y las actitudes profesionales necesarias para su desarrollo.
Jesús Cordoba García
Humillados y ofendidos residente
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