El PERSONAL INEXISTENTE
En
la comprobación por los miembros de Inspección del Servicio de Inspección y
Registro del departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat de
Cataluña de los hechos que motivaron nuestra queja, no anota ningún párrafo en
que se trate del personal del centro, que, sin embargo, es responsabilidad directa de la Directora Técnica del Centro.
En nuestra primera denuncia decíamos:
A medida que iban surgiendo estos
problemas, la actitud de las cocineras y de las «cuidadoras» en el comedor ha
sido totalmente contraria a derecho. La respuesta indebida, las contestaciones
groseras o el tratar a gritos a los que
se dejan, hacen que algún personal de la residencia más parezcan feroces policías,
que personal que tiene por misión cuidar a ciudadanos en plenitud de sus
derechos.
No se ve ninguna amonestación ni
preocupación por el personal del centro, a pesar de que en la segunda
denuncia—propuesta de acuerdos, planteábamos:
La junta directiva se compromete a
advertir a la cocinera Montserrat López
y a la empresa ERIA que la actitud reiterada de esta cocinera es causa de
malestar entre los residentes, porque los desprecia y humilla, y que de no cambiar
de comportamiento, se habrán de exigir su inmediata sustitución.
La mención directa a la cocinera de
noches debía entenderse –si había alguien con voluntad de entender y mejorar—
como una advertencia a todo aquel personal (directora, monitoras, cocineras y
personal de limpieza) que parece tener a los residentes a su servicio (y no al
revés). No es todo el personal, por suerte, pero sí es una parte sustantiva e
insultante para la conciencia democrática de los residentes, vejados
constantemente en su dignidad.
De todo esto, nada se dice. Las
maldades del personal –a las que aluden las dos denuncias y sobre las que hablaron
largamente nuestros delegados ante Yolanda Martí— no aparecen ni mencionada:
son inexistentes.
Del mismo modo que es inexistente todo lo
no nombrado en la carta: los absurdos (pero inexistentes por acallada) cinco minutos al llegar al comedor (so
pena de quedarte sin el primer plato); la absurda (pero inexistente por
acallada) cuestión de los contratos
(que no han sido suscritos por los residentes entrados a partir de 2012; o la absurda (pero inexistente por
acallada) escasez y falta de variación de
la dieta, detectable en todos los menús.
Pero estas causas de malestar real –y por lo tanto, existente— fueron denunciadas, y fueron
incluso habladas con Yolanda Martí, para encontrarnos ahora con que han
desaparecido de la redacción de la respuesta.
Entendemos que el personal de Inspección
y Registro ha de verificar todos los extremos de una denuncia –y nosotros,
teníamos tres denuncias, con la conversación con Yolanda Martí— y no nos gusta
el modo en que nos parece que ha sido escamoteado –por lo menos en la carta que
se nos ha enviado— y quedando así fuera de la aplicación de la ley.
Creemos que también esos inexistentes han
de estar sometidos a la ley, …aunque los únicos que padezcan su mal seamos los
pobres residentes de siempre.
…pero yo no pasé de escribiente, pasante
y meritorio.
Josep Torrell
Humillados y Ofendidos,
Residentes de AFAP
Parece que hay much@s magos que hacen desaparecer cosas, ciertas personas deberían cocinar para... y no para personas.
ResponderEliminarEs verdaderamente indignante lo que he leído por eso le pongo cierta ironía.
Saludos
estoy de acuerdo con la reina del mambo !! os apoyo totalmente.
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarHUMILLADOS Y OFENDIDOS